domingo, 28 de junio de 2009

La ley de la calle


Siguiendo con nuestra rutina, mientras íbamos a hacer las entrevistas yo me entretenía mirando por la ventana del coche de *kweku o Forsem, nuestro conductor.
La calle estaba llena de gente vendiendo en puestecitos con una mesa y una sombrilla para combatir el sol. A los lados árboles de bastas raíces que llegaban hasta la maltrecha carretera y debajo muchos construían su casa a base de hojas de palmera o madera.
Entre árbol y árbol había tiendas improvisadas, gente vendiendo sofás que colocaban a lo largo del campo y si acaso estaban cansados se echaban una siestecita en uno de los sofás; entre el agua putrefacta de algunos canales y las montañas de arena rojiza se extendía una tiendecita de mimbre y a su lado una de muebles que ocupaban toda la pradera.
Un brusco frenazo interumpió mi visita a través de la ventana del coche y miles de vendedores ambulantes se acercaban al coche para pedir dinero o vender papaya, muchos de ellos niños de apenas 10 años que no van al colegio porque sus padres no tienen dinero y necesitan que el niño trabaje.
Cuando Un ciego se aproximo al coche y lo golpeó, Kweku se enfadó mucho y le gritó por la ventana en Twi, su idoma tribal (aquí gritan muchìsimo, y no es que esten enfadados sino que hablan a gritos). Sentí pena...pero Kweku me explicaba que si eres bueno con ellos se aprovechan enseguida y que hay que tener autoridad para que no te tomen el pelo.
No me terminaba de convencer la idea de la "autoridad", no estaba acostumbrada a ser autoritaria con nadie, pero aqui en África si no te pones serio te comen. Te come la calle, te come la pobreza, te pueden con sus miradas...es la ley de la calle.




*Aquí en Ghana a los recién nacidos se les pone tres nombres. Uno el nombre de familia, otro el nombre que corresponde al día de la semana en el que has nacido y el tercero es el nombre que les dan sus padres. Así que muchos tienen el mismo nombre como Kweku(miércoles para hombre), Kojo(Lunes hombre), Yaa(miércoles para mujer)...

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